Category Entrevistes a l’autor
La comunicación alternativa ha de ser próxima, sencilla y clara
-¿Cómo ha evolucionado la prensa alternativa en las dos últimas décadas?
-En el libro analizo la evolución de la prensa independiente en el País Valenciano desde mediados de los 90. Pero las conclusiones valen asimismo para el conjunto del estado. En 1981 aparece en Valencia Radio Klara, una emisora que actúa como portavoz de la ideología libertaria. Es un ejemplo de medio militante, que hoy representan periódicos como L’Accent. La idea es que Radio Klara se va abriendo y asumiendo una pluralidad cada vez mayor, sin renunciar a su ideario inicial. Es un recorrido paralelo al de los movimientos sociales. A partir de 1995 nacen en el País Valenciano los colectivos ciudadanos o Salvem, que integran a personas e ideologías muy diversas. L’Avanç, periódico que nace en 1999, es el correlato mediático de esta nueva manera de organizarse. L’Avanç ya no es fiel a una esencia, sino que actúa como portavoz de colectivos muy heterogéneos.
-Uno de los grandes hitos es la aparición de Internet y la comunicación “en red”. ¿De qué modo influye en los medios?
-Aporta una nueva dimensión a la comunicación, en la prensa convencional y en la alternativa. Una de las conclusiones del libro es que todo está en la red y a disposición de todo el mundo. Ya no hace falta buscar la información en pequeños círculos o determinados periódicos. Por tanto, a los medios alternativos les corresponde ahora seleccionar, ordenar y jerarquizar la información que hay en la Red. Es ésta su gran tarea. Y es lo que deben hacer los portales que quieran ser un referente. Internet también ha dejado un espacio primordial a los medios alternativos de carácter local: informar de lo que la prensa convencional no considera noticia y cubrir acontecimientos, como huelgas o manifestaciones, en directo.
-Hay quien considera que la proliferación de blogs y herramientas como Tweeter o Facebook conducen a la simplificación y la banalización. ¿Qué opinas?
-Son herramientas válidas para comunicarse, que hay que saber cómo utilizar en cada caso. Lo del máximo de 140 caracteres en Tweeter no deja de ser un mito. Personalmente lo empleo para los enlaces a artículos o para decirle a otra persona dónde puede encontrar información valiosa. Evidentemente también hay quien lo puede usar para decir “buenos días”. La clave, en mi opinión, es que no son herramientas libres, sino en manos de propietarios privados. Por eso es tan importante que los movimientos sociales generen instrumentos de comunicación propios.
-¿Qué rasgos consideras indispensables para considerar a un medio, “alternativo”?
-Te diría que, en principio, el uso de un método asambleario en la toma de decisiones; el hecho de dar voz a la participación ciudadana; y la difusión de un mensaje contrapuesto a la ideología dominante. Ahora bien, en los territorios con una lengua minorizada, como el País Valenciano, no consideraría alternativo a un medio que no utilizara la lengua autóctona. Es curioso que en muchos medios independientes tengan en cuenta esta relevancia de la lengua, pero no la consideren una prioridad absoluta, como sí lo es, por ejemplo, la lucha contra el fascismo o el machismo. Tendrían que hacer autocrítica.
-¿Hace falta una conquista el poder político para que se dé un cambio en el panorama comunicativo?
-No hemos de autoengañarnos. Los medios alternativos tienen vocación de ser mayoritarios. Y esto sólo puede darse mediante un cambio en el poder político. Tenemos el caso palmario del nacimiento de Telesur y su relación con la llegada de Chávez a la presidencia de Venezuela. Al final, se trata de que los medios ahora alternativos pasen a ser mayoritarios, y para eso han de ser medios públicos. Es esto lo que ocurre con la sanidad y la educación.
-Otro debate abierto. ¿Debe la prensa alternativa y, sobre todo el periodista, ser militante?
-El periodista ha de ser, en mi opinión, un profesional. Otra cuestión es que haya periódicos militantes, lo que me parece perfecto. Pero el periodista ha de ser crítico, informar con rigor, contrastar lo que le dicen sus fuentes y buscar la veracidad en las informaciones. Lo contario supone desacreditarse como profesional. Ahora bien, siempre existe un grado de subjetividad y un punto de vista desde el cual se informa. Todo lo dicho es compatible con el ejercicio de un periodismo crítico y comprometido.
-La crítica a la simplificación del audiovisual lleva a algunos medios alternativos a apostar por textos más largos, en los que prima la complejidad y el análisis de fondo. ¿Ha de ser éste el referente de prensa alternativa?-Tiene que haber de todo. La prensa popular es muy necesaria. Movimientos como los Salvem, el 15-M o Democracia Real-Ya han conseguido llegar a la gente con mensajes muy simples. Soy partidario de una información de proximidad, sencilla, clara y concreta, sin que ello suponga negar otras opciones. Un ejemplo muy claro es el humor gráfico. Una viñeta puede decir mucho más que 20 páginas. El “Manifiesto Comunista” condensa mejor la filosofía marxista que los tres tomos de “El Capital”. Quiero decir que el lenguaje ágil, sencillo y directo, consustancial al periodismo, es el que me parece más acertado. Pero por supuesto también son necesarios los análisis en detalle y la reflexión de fondo.
-¿Por qué muchas veces las organizaciones sociales confían poco en la prensa alternativa y siguen la agenda de los medios convencionales?
-El problema radica en que muy poca gente de fuera de los movimientos sociales recurre a los medios alternativos. Entonces es muy difícil para estos movimientos visibilizarse en el conjunto de la sociedad. En otras palabras, la prensa independiente queda para la militancia. Así, las organizaciones sociales aspiran, sobre todo, a salir en la prensa convencional porque es la manera de llegar a la gente de la calle, de que sus propuestas tengan un calado real. Además de esto, los medios oficiales cuentan con recursos económicos mucho mayores, más posibilidades de informar en tiempo real y mayor periodicidad. Competir con ellos resulta muy difícil.
-¿Hay que dejar de leer los medios de comunicación oficiales y apostar por los alternativos?
-Pienso que no, porque nos interesa saber qué dicen los medios convencionales sobre los movimientos sociales; qué dicen “El País” o “Levante” después de una manifestación. Insiste en que la gente nos visualiza a través de estos medios. Además, no todos los medios convencionales son lo mismo. Hay que aprovechar los espacios que las organizaciones hemos ganado dentro de la llamada prensa “progresista”, que nos los dejan siempre que no se trate de abordar cuestiones realmente transgresoras. A ellos les interesa porque venden su producto a un público “progresista” y a nosotros porque nos permite visibilizarnos. Hay aquí una cierta complicidad.
-Por último, ¿qué valoras especialmente de los medios independientes?
-Sobre todo, que tengan una línea coherente. La que sea, dentro de los criterios básicos que han de regir la prensa alternativa. Aunque no esté de acuerdo con esta línea, no importa. Lo decisivo es que no haya incoherencia y confusión. Ni debates bizantinos en los que diferentes autores argumentan y se refutan continuamente. También hay que considerar especialmente a los medios locales, por su inmediatez y la capacidad de actualización. En cuanto al futuro, creo que vamos hacia una comunicación alternativa en la que se aprovechen al máximo las nuevas tecnologías para la comunicación “en red”, con medios abiertos y plurales, que integren todo tipo de formatos e informaciones.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Entrevista a la Ràdio de la Universitat (de València)
Podeu escoltar l’entrevista ací a partir del minut 91:00.
Entrevista al programa Chic Chic de LevanteTV
Mèdia.cat: “Els mitjans alternatius han de ser la rereguarda on els piuladors en vagen a buscar munició argumental”
Entrevista a Xavi Ginés, autor de “Comunicant la revolta. Moviments socials i mitjans de comunicació al País Valencià”
Un cop escrit el llibre. Li ha quedat clar que és la premsa alternativa?
No. Cal que diga res més?
Les persones a les que entrevista li donen diferents respostes…
Sí, que bàsicament es podrien agrupar en tres principals: que tinguen un sistema organitzatiu assembleari i no jeràrquic, que tinguen un posicionament polític favorable a un canvi social i que siguen oberts a la participació ciutadana.
A més jo n’afegiria un altre que gairebé ningú tenia en compte, a pesar que jo el considere fonamental en una realitat com la valenciana i llavors el preguntava explícitament, que és el de la llengua. Pot un mitjà que és diga alternatiu obviar la situació del valencià i per tan no actuar en conseqüència? Jo crec que no. Fins i tot aniria un poquet més enllà i es podria afirmar que pel fet de ser en valencià un mitjà ja és en certa manera una alternativa.
Alguns entrevistats destaquen una altra premissa, i és que sigui minoritari. Potser aquesta seria l’accepció estricta lingüísticament parlant?
Bé, el meu treball no era sobre lingüística i no crec que ningú ho entenguera així. Jo crec que obeeix a un cert menyspreu cap a eixa premsa per part dels periodistes, diguem-ne, convencionals i un cert acomplexament des dels propis mitjans alternatius.
De totes formes ací entraríem a discutir si el terme “alternativa” és el correcte per agrupar a eixos mitjans i no anirien bé altres adjectius com “militant” o “independent”, que tampoc vol dir exactament el mateix i no tots els mitjans independents han de ser militants.
Un cop acabat aquest treball, quin panorama dels mitjans alternatius al País Valencià dibuixaria?
Jo crec que hi ha un teixit ric en experiències comunicatives –en part per la qüestió nacional que contava abans-, encara que amb altibaixos, una mica al compàs de l’activitat dels moviments socials, amb els que han evolucionat en paral·lel.
Com seria aquesta evolució?
Des de la transició fins al 1995 la premsa és sobretot militant, vinculada a una organització o ideologia molt concreta, o bé semiinstitucional, tractant de crear projectes vinculats al poder institucional de certs partits. Cap a mitjans dels anys 90 hi ha una reestructuració dels moviments socials que afecta als mitjans, que es fan més amplis, més permeables socialment i que tracten d’ampliar la seva capacitat d’influència. L’exemple en moviments serien els “Salvem” i en comunicació L’Avanç. Paral·lelament hi hauria la reorganització de l’espai polític nacionalista que generaria InfoTV. I ja, actualment, hi hauria l’eclosió de les xarxes socials que han canviat radicalment el panorama.
Abans d’entrar en aquest tema de les xarxes socials. Precisament al País Valencià hi ha El Temps, unaara avis difícil de classificar, que va néixer de la voluntat popular, de forma, en podríem dir, alternativa, però amb voluntat institucionalitzant, però que al final sembla que ha quedat a mig camí entre els dos mons.
Sí, i això ha passat perquè El Temps ha patit un boicot sistematitzat per part de les forces institucionals majoritàries, el PP, però també el PSOE que li ha impedit arribar a ocupar l’espai que volia i que probablement li pertocava. I al mateix temps, a partir de la reestructuració de mitjans 1990, en que Acció Cultural perd la centralitat que tenia en l’espai social queda també una mica fora d’aquest món i el seu paper passen a realitzar-lo L’Avanç i InfoTV.
Doncs entrem a les xarxes socials. Tenen sentit els mitjans alternatius en un món en que ja tothom pot ser emissor?
Tenen sentit encara que, com la resta de mitjans, s’hauran de ressituar. En una primera línia de comunicació, que jo en dic convulsiva, que és la més immediata, on prima sobretot la rapidesa, les xarxes socials són insubstituïbles. No hi ha res més ràpid que Twitter i això en moments de revolta o mobilització és molt important.
Però també hi ha altres necessitats, com la de dotar aquest missatge immediat d’un discurs sòlid, coherent, estructurat… i aquest és el paper que han de jugar els mitjans alternatius. Han de ser la rereguarda dels piuladors, la base d’on aquests en puguin anar a buscar munició argumental.
Al llibre també entrevista periodistes de mitjans convencionals i els pregunta explícitament per la censura. Tothom diu que n’hi ha però que ells no n’han patit mai, però sempre en referència a la censura clàssica en la que el director et veta la notícia, sembla que la censura moderna, més “líquida”, ni tan sols és té en compte.
És que aquest tema és té tan interioritzat que ni tan sols se’ls acut que pugui ser una censura. Llavors et surten amb explicacions a voltes un poc peregrines, com que “aquest tipus de notícies no interessen al lector del meu mitjà”, que al final es resumixen amb un “és que tu ja saps on estàs”, que me’l van dir quasi tots els entrevistats, i que es pot traduir com “més val no proposar certs temes”. I si no proposes no et censuren, clar.
En el llibre es parla d’alguns moments claus en que la premsa alternativa va ser capaç de curtcircuitar el discurs majoritari als mitjans massius, com en el cas de L’Avanç en els dies posteriors a l’11 de març de 2004 o Indymedia durant les mobilitzacions antiglobalització de fa deu anys. Però creu que això és possible de fer de forma permanent? Què el discurs “alternatiu” passi a ser hegemònic?
En l’entrevista a David Segarra explica com això ja està passant a nivell global, amb canals com Al Jazeera o Telesur oferint una visió del món globalment diferent a la dels mitjans occidentals fins ara dominants. Però aquests són mitjans públics, clar, i per açò pense que primer cal fer el pas de transformar la política abans de fer-ho amb els mitjans, encara que el procés haja de ser un poc paral·lel. És impossible revertir la potència dels grans mitjans sols amb voluntarisme, cal més coses.
“Els mitjans alternatius han de ser la rereguarda on els piuladors en vagen a buscar munició argumental”
www.nonada.es: “Ens costa molt comunicar els èxits”
A través d’una sèrie d’entrevistes, a periodistes i activistes dels moviments socials, el sociòleg Xavier Ginés il·lumina l’altra cara del País Valencià, la vessant de les lluites de carrer, dels mitjans de comunicació alternatius, i dels ciutadans que formen part ja de la nostra història, i de ‘Comunicant la revolta’, el seu nou llibre.
Seguts en una xicoteta taula del Centre Social Terra de Benimaclet, Xavier Ginés em conta que estava preparant la seua tesi doctoral quan es va llençar a escriure ‘Comunicant la revolta’. Un recull de converses amb periodistes de Canal 9, InfoTV, L’Avanç, Ràdio Klara o El Mundo, entre d’altres, que expliquen com narraren i visqueren les lluites de carrer des de 1995 fins al 15M. Un compendi d’entrevistes a partir de les quals coneguem des de dins els mitjans de comunicació alternatius i a aquells que impulsen a través de la música o les plataformes veïnals els moviments socials del País Valencià.
Llegint el teu llibre, t’adones de que la gent del País Valencià s’ha mobilitzat en moltes ocasions l’última dècada.
Els valencians som molt derrotistes però ací a partir dels 60 s’han lliurat moltes batalles al carrer. En concret, a partir del 95 amb la victòria del PP i amb la nova llei urbanística valenciana, sorgiren molts moviments socials gràcies als quals encara conservem el barri de El Cabanyal, o la llengua segueix ben viva. Tot açò no són victòries del partits polítics sinó de la gent que està fent-se escoltar cada dia. Però ací ens costa molt comunicar els èxits.
De fet, en ‘Comunicant la revolta’ entrevistes a molts dels seus protagonistes. Pasqual Requena (Salvem el Botànic), Josep Gavaldà (Per l’Horta), Paco Sanz (Xúquer Viu)… En què es diferencien els ‘Salvem’ del 15M?
El 15M va tornar bojos als periodistes. Va trencar els esquemes, no hi havia portaveus, ningú sabia quina era la seua font de confiança. Mentre el periodistes estaven en les assemblees esperant per veure que passava, en la redacció els seus companys ja tenien la nota de premsa, les fotos i el titular via Twitter. Els ‘Salvem’ sempre existiran (Benimaclet Viu, Russafa Conviu, Salvem el Cabanyal, etcétera) perquè a través d’ells es plantegen formes alternatives de vida, apropiar-se dels barris, consum ecològic, però la forma de comunicació ha canviat a partir del 15M.
Com ha canviat?
Ara és el ciutadà qui arreplega les dades a peu de carrer mentre que és el periodista qui s’encarrega de recollir-les, seleccionar-les i fer-ne un resum d’allò que ha passat. És el nou paper del comunicador en aquesta etapa de ciutadans periodistes.
“Tot açò no són victòries del partits polítics sinò de la gent que està fent-se escoltar cada dia”
Com és un mitjà de comunicació alternatiu al País Valencià?
A l’hora de catalogar els mitjans de comunicació alternatius al País Valencià vaig utilitzar els mateixos criteris que empraria per a esbrinar si ho serien a la resta de l’Estat espanyol, però amb l’excepció de la llengua. No podem dir que una ràdio és alternativa si permet comentaris masclistes, això ho tenim tots clar, però quan és tracta de la llengua sembla que el tema canvia. L’ús del valencià deuria estar contemplat als estatuts dels mitjans de comunicació però no és així sempre. Per a ser un mitjà de comunicació alternatiu ací s’ha d’utilitzar el valencià en part o en la seua totalitat sinó no s’està reflexant el context real.
Encara que existisquen noves fórmules, els moviments socials i els mitjans de comunicació estan condemnats a entendre’s?
M’agrada molt la comparació que fa Castells, ell diu que tots ens adaptem al sistema productiu vigent. Hui el sistema de producció és en xarxa, és un sistema on la empresa està deslocalitzada, on les peces es fan en distints punts de l’Estat o del planeta i després s’ensamblen. Passa igual amb els moviments socials i els mitjans, tot està canviant. Tant els mitjans de comunicació clàssics com els alternatius estan convertir-se en selectors de noticies. Si un post té repercussió hui és perquè l’han retuitejat, l’han compartit en les xarxes. Cal aprofitar esta conjuntura, les noves tecnologies. Alguns entrevistats parlen de generar aliances entre professionals que es dediquen a editar vídeos, a generar continguts… Fer una espècie de conglomerat de serveis. No sóc profeta però sembla que, tant si parlem de moviments socials com de mitjans de comunicació, és el que ve.